Las llantas y rines constituyen el componente estructural que conecta los neumáticos con los ejes del vehículo, posibilitando tanto el soporte del mismo como la transmisión de la fuerza de rotación. Fabricados habitualmente en acero, aleación de aluminio o aleación de magnesio, son cruciales para la maniobrabilidad, el frenado y la dinámica general del vehículo. Las dimensiones del rin – diámetro, ancho, offset y patrón de pernos – deben coincidir precisamente con las especificaciones del vehículo para una instalación segura y correcta. La construcción de la llanta varía desde diseños de una sola pieza hasta diseños multipieza, lo que impacta en el peso y la rigidez estructural. Las capacidades de carga y las designaciones de velocidad son especificaciones técnicas integrales que garantizan la compatibilidad con el peso bruto vehicular y los límites operativos.