Las carcasas automotrices proporcionan soporte estructural y protección ambiental para los componentes críticos del vehículo. Estos recintos se fabrican con materiales como aluminio, plástico o compuestos y se encuentran en diversas ubicaciones del vehículo: motor, transmisión, diferencial y sistemas eléctricos son ejemplos comunes. Las carcasas suelen incorporar características de montaje para una instalación segura y disposiciones de sellado para evitar la entrada de fluidos, contaminantes y ruido. El diseño interno a menudo incluye nervios o deflectores para mayor rigidez y control de fluidos. La precisión dimensional es fundamental para garantizar el correcto ajuste y funcionamiento de los componentes alojados.