Los filtros de aire son componentes esenciales del motor encargados de remover las partículas presentes en el aire —polvo, polen, residuos— antes de que lleguen a la cámara de combustión. Habitualmente ubicados dentro del sistema de admisión de aire del motor, estos filtros previenen el desgaste de las paredes de los cilindros y los daños a los pistones causados por contaminantes abrasivos. Su construcción suele emplear medios filtrantes de celulosa o sintéticos plisados, maximizando la superficie para una filtración eficiente. La eficiencia del filtro se evalúa por tamaño de partícula, medido en micras, y el flujo de aire se especifica en pies cúbicos por minuto (CFM). Existen variaciones para aplicaciones vehiculares específicas, incluyendo diseños planos, cilíndricos y cónicos, cada uno requiriendo carcasas y componentes de sellado compatibles.