Los conductos de combustible, o rieles de combustible, son conductos de alta presión montados en el colector de admisión del motor, que distribuyen el combustible a los inyectores individuales. Construidos en metal o polímeros reforzados, presentan puertos mecanizados con precisión y superficies de sellado con juntas tóricas para mantener la integridad del combustible. Incorporan reguladores de presión de combustible integrados o provisiones para regulación externa, manteniendo un suministro constante a todos los inyectores. Los rieles modernos a menudo incorporan sistemas de retorno o sin retorno de combustible, lo que impacta en el diseño del riel y los tipos de conexión. Los materiales deben ser resistentes al combustible y a la temperatura para garantizar la durabilidad y prevenir fallas en el sistema.