Los sensores de detonación son dispositivos piezoeléctricos que detectan el picado de motor o detonación causado por una combustión anormal. Habitualmente montados en el bloque del cilindro o en el colector de admisión, estos sensores supervisan las pulsaciones de alta frecuencia de la presión indicativas de una ignición prematura. Las señales detectadas se transmiten a la unidad de control del motor (ECU), que retrasa el avance del encendido para proteger contra daños en el motor. Los sensores de detonación modernos utilizan elementos cerámicos robustos y blindaje para resistir altas temperaturas y vibraciones. Existen variaciones en el número de conductores y el tamaño de la rosca física, lo que determina las aplicaciones específicas de cada vehículo.