Los cuerpos de aceleración regulan la cantidad de aire que ingresa al colector de admisión del motor, impactando directamente la potencia y las RPM. Ubicados entre el filtro de aire y el colector de admisión en motores de combustión interna, emplean una mariposa de aceleración controlada por el pedal del acelerador, ya sea mecánicamente mediante un cable o electrónicamente a través de un motor. Los cuerpos de aceleración modernos frecuentemente incorporan un sensor de flujo de masa de aire (MAF) para una medición precisa del flujo de aire y sistemas de control electrónico del acelerador (ETC) para la funcionalidad “drive-by-wire”. Su construcción típicamente incluye una carcasa de aleación de aluminio mecanizada con precisión y una mariposa de aceleración duradera, a menudo con un recubrimiento de teflón para reducir la fricción. La calibración y la correcta integración de los sensores son cruciales para un rendimiento óptimo del motor y el control de emisiones.