Los colectores de admisión distribuyen la mezcla aire/combustible –o únicamente aire en sistemas de inyección directa– a los cilindros del motor. Ubicados entre el cuerpo de aceleración y las culatas, aseguran una distribución uniforme para una combustión óptima. Su construcción suele realizarse en aluminio fundido o plástico, optimizada para el flujo de aire mediante el diseño de los conductos y el volumen del plenum. Los colectores modernos pueden incorporar sensores de temperatura integrados y utilizar geometría variable para ampliar las curvas de par. Las juntas y la ferretería de montaje son componentes críticos de sellado, que requieren sustitución durante la instalación.