El aceite de motor es un lubricante viscoso utilizado en motores de combustión interna para minimizar la fricción entre las piezas móviles, principalmente el cigüeñal, las bielas y los conjuntos de pistón. Formulado con aceites base y aditivos de rendimiento, enfría los componentes del motor mediante la transferencia de calor y elimina los subproductos de la combustión. La viscosidad, medida por las clasificaciones SAE, dicta el flujo del aceite a diferentes temperaturas, mientras que las clasificaciones de servicio API definen los niveles de rendimiento para motores de gasolina y diésel. Los detergentes, dispersantes y agentes antidesgaste protegen contra la formación de lodos, la corrosión y el daño de los componentes. Las formulaciones modernas incluyen opciones sintéticas y semisintéticas que ofrecen intervalos de cambio de aceite prolongados y una mayor estabilidad térmica.