Las válvulas de protección regulan y salvaguardan sistemas automotrices críticos de fluctuaciones de presión y contaminación. Utilizadas principalmente en sistemas de combustible, aceite, refrigerante y suspensión neumática, estas válvulas previenen daños a componentes como bombas, inyectores y compresores. Los diseños comunes incluyen válvulas de alivio de presión, de retención y operadas por solenoide, utilizando carga de resorte, actuación de diafragma o control electromagnético. Los materiales se seleccionan por su compatibilidad con fluidos y temperaturas de funcionamiento específicos, incorporando típicamente sellos de NBR, FKM o PTFE. Los modos de fallo generalmente involucran fugas, obstrucciones o incapacidad para regular la presión, lo que podría llevar a un mal funcionamiento del sistema o a la falla de componentes.