Los depósitos de aire son recipientes a presión que almacenan aire comprimido para su uso en sistemas auxiliares del vehículo. Se encuentran predominantemente en vehículos con sistemas de frenos neumáticos, proporcionando un suministro de aire listo para mantener la fuerza de frenado y operar componentes neumáticos. Estos depósitos se construyen con acero o aluminio de alta resistencia para soportar presiones elevadas sostenidas, típicamente entre 6.9 y 8.3 bares (100-120 PSI). Válvulas de seguridad integrales previenen la sobrepresión, mientras que las válvulas de purga facilitan la eliminación de la humedad. La capacidad se especifica en galones o litros y varía según la aplicación del vehículo y los requisitos del sistema.