Las unidades servo son actuadores electromecánicos que controlan las posiciones de válvulas o mecanismos de conexión en respuesta a las órdenes de la unidad de control electrónico (ECU). Se encuentran predominantemente en las transmisiones modernas para cambios automatizados, pero también se utilizan en cuerpos de aceleración, sistemas de recirculación de gases de escape (RGE) y algunos sistemas de frenado. Estas unidades integran un motor de corriente continua, tren de engranajes, sensor de posición (típicamente un potenciómetro o sensor de efecto Hall) y circuitos de control en una única carcasa. Su funcionamiento se basa en señales de modulación por ancho de pulsos (PWM) provenientes de la ECU para posicionar con precisión los componentes internos. Las especificaciones clave incluyen los requisitos de voltaje, el par de salida y la resolución del sensor, lo que impacta en la calidad del cambio o el rendimiento del sistema. Los modos de fallo comunes incluyen la quema del motor, el desgaste del tren de engranajes o el fallo del sensor, detectables a través de códigos de avería de diagnóstico (DTC).