Los silenciadores son componentes integrales del sistema de escape de un vehículo, ubicados aguas abajo del convertidor catalítico. Su función principal es reducir el ruido del escape mediante una serie de cámaras y deflectores diseñados para inducir interferencia destructiva de las ondas sonoras. La construcción típicamente utiliza acero de gran calibre, a menudo aluminizado para resistencia a la corrosión. Los diseños internos de deflectoras – que varían desde núcleos perforados hasta placas acanaladas – impactan los niveles de reducción de ruido y las características del flujo de escape. Los silenciadores modernos pueden incorporar características de control de resonancia para dirigirse a rangos de frecuencia específicos, y algunos diseños priorizan la contrapresión para aplicaciones de rendimiento.