Las cajas de fusibles son puntos de distribución centralizados para los circuitos eléctricos, ubicados habitualmente en el compartimento del motor o en el habitáculo. Albergan una serie de fusibles – dispositivos de protección que utilizan una tira metálica calibrada que se rompe ante un exceso de corriente – protegiendo el cableado y los componentes de daños. Cada fusible corresponde a un circuito específico, permitiendo una protección aislada y la localización de averías. Las cajas de fusibles modernas a menudo incorporan bases para relés y barras de distribución para una distribución eficiente de la corriente. Los materiales de construcción suelen ser polímeros resistentes al calor y contactos metálicos resistentes a la corrosión para asegurar la durabilidad y la fiabilidad.