Las baterías automotrices son dispositivos de almacenamiento de energía electroquímica que proporcionan la energía eléctrica inicial para el arranque del motor y energía continua para los sistemas eléctricos cuando el alternador es insuficiente. Normalmente ubicadas en el compartimento del motor, suministran electricidad de corriente continua (CC) mediante una composición química de plomo-ácido, AGM o iones de litio. Las especificaciones clave incluyen los amperios de arranque en frío (CCA), la capacidad de reserva (RC) y la configuración de los terminales, que determinan el rendimiento en diferentes temperaturas y condiciones de carga eléctrica. Las baterías modernas a menudo incorporan sensores internos que comunican el estado de carga y los datos de salud de la batería a través del bus de datos del vehículo. Los sistemas de ventilación adecuados son cruciales para los diseños de plomo-ácido para gestionar el gas hidrógeno producido durante la carga.