Los cárteres de aceite son depósitos fabricados, ubicados típicamente bajo el cigüeñal del motor, diseñados para contener el aceite lubricante. Incorporan una toma para la bomba de aceite y frecuentemente se integran con aletas de refrigeración o deflectores para gestionar la temperatura del aceite y prevenir la cavitación. Construidos en acero estampado o aluminio fundido, los cárteres deben resistir impactos y vibraciones considerables. El diseño interno de deflectores dirige el flujo de aceite a las áreas críticas durante el movimiento del vehículo, manteniendo una lubricación consistente. Los cárteres incorporan tapones de drenaje para el mantenimiento y superficies de junta para un sellado hermético contra el bloque del motor.