Los filtros de aire son componentes esenciales del motor, ubicados entre la admisión de aire y el cuerpo de aceleración, que impiden la entrada de partículas abrasivas al mismo. Fabricados típicamente con medios plisados de celulosa o sintéticos, ofrecen una amplia superficie para maximizar el flujo de aire a la vez que atrapan contaminantes tan pequeños como 5 micras. La eficiencia del filtro se califica por el porcentaje de captura de partículas, lo que influye en el rendimiento y la vida útil del motor. Existen variaciones que incluyen materiales de papel, gasa de algodón y sintéticos no tejidos, cada uno ofreciendo diferentes equilibrios entre flujo de aire y filtración. El sellado adecuado mediante junta o interfaz de montaje es esencial para evitar el paso de aire sin filtrar.