Las luces traseras son dispositivos de iluminación montados en la parte posterior del vehículo, que señalan las intenciones de frenado y giro a los conductores que circulan detrás. Los conjuntos incorporan fuentes de luz incandescentes, halógenas o LED para las funciones de luces de freno y posición, combinándose a menudo con indicadores de dirección. Los diseños modernos utilizan lentes de policarbonato para resistencia al impacto y carcasas selladas para evitar la entrada de humedad. Los mazos de cables se conectan al sistema eléctrico del vehículo, regulados por circuitos y relés dedicados. Algunos conjuntos integran luces antiniebla traseras o luces de marcha atrás para una mayor visibilidad.