Las luces LED (Diodo Emisor de Luz) utilizan semiconductores de estado sólido para generar iluminación, reemplazando las bombillas incandescentes o halógenas tradicionales. Estos componentes se emplean en toda la iluminación exterior del vehículo – faros delanteros, luces traseras, intermitentes y luces auxiliares – y, cada vez más, en aplicaciones interiores. Sus características técnicas clave incluyen un consumo de energía significativamente reducido, una vida útil prolongada y tiempos de activación/desactivación más rápidos. Los conjuntos LED modernos a menudo incorporan disipadores de calor y sistemas de gestión térmica para mantener un rendimiento óptimo y prevenir fallos prematuros. Las unidades avanzadas pueden incluir circuitos de control integrados para la regulación por modulación por ancho de pulsos (PWM) y un control preciso de la luz.