Las luces de xenón son lámparas de descarga de gas utilizadas como fuentes de iluminación en los faros de los vehículos, ofreciendo mayor luminosidad y temperatura de color en comparación con las bombillas halógenas. Estos sistemas utilizan un arco eléctrico entre electrodos de tungsteno dentro de una bombilla rellena de gas xenón para producir luz. Su funcionamiento requiere un balasto para proporcionar el encendido de alto voltaje y una corriente regulada. Los sistemas de xenón incorporan frecuentemente proyectores para patrones de haz focalizados y pueden incluir sistemas de nivelación automática y limpieza para mantener un rendimiento y visibilidad óptimos. La temperatura de color suele oscilar entre 4300K y 6000K, influyendo en la luminosidad y claridad percibidas.