Los fusibles son dispositivos de protección contra sobrecorriente conectados en serie con los circuitos críticos del vehículo, incluyendo la distribución de energía, la iluminación y los sistemas accesorios. Contienen un filamento metálico diseñado para fundirse y abrir el circuito si la corriente excede una capacidad nominal especificada, previniendo daños a los componentes y posibles riesgos de incendio. Disponibles en varios tipos – pala, cartucho y enchufable – los fusibles se caracterizan por su capacidad de amperaje, tamaño físico y tiempo de actuación (de acción rápida o de acción retardada). La codificación por colores y la marcación de amperaje están estandarizadas para una rápida identificación y reemplazo. Los vehículos modernos suelen utilizar cajas de fusibles ubicadas en el compartimento del motor, debajo del tablero y, a veces, de forma remota dentro del vehículo.