Los tapones de precalentamiento son elementos calefactores eléctricos utilizados en motores diésel para iniciar la combustión en cilindros fríos. Instalados en la precámara de combustión o directamente en la culata, elevan la temperatura del aire para facilitar la ignición del combustible inyectado. Habitualmente construidos con una aleación de alta resistencia encapsulada en una carcasa metálica resistente, los tapones de precalentamiento requieren una corriente eléctrica precisa y operan durante un tiempo definido durante el arranque del motor. Los diseños modernos a menudo incorporan elementos calefactores cerámicos para un calentamiento más rápido y una mayor vida útil. Una falla se manifiesta como dificultad de arranque, exceso de humo y posible fallo de encendido.