Los cables de encendido, también conocidos como cables de bujía, transmiten la alta tensión desde la bobina de encendido hasta las bujías, iniciando la combustión dentro de los cilindros del motor. Estos cables de núcleo de cobre multihilo están aislados con silicona o PVC para evitar fugas de tensión y soportar altas temperaturas. La resistencia interna está rigurosamente controlada para maximizar la energía de la chispa y asegurar una combustión consistente del motor. Los cables se enrutan desde el distribuidor o la bobina individual, siguiendo la geometría del motor, y terminan con un terminal conductor fijado de forma segura a cada bujía. La longitud y los valores de resistencia adecuados son esenciales para un rendimiento óptimo del motor y el control de emisiones.