Las puertas traseras proporcionan acceso articulado al habitáculo y la zona de carga del vehículo, comúnmente encontradas en sedanes, hatchbacks y SUVs. Estos conjuntos constan de un bastidor de acero o aluminio que integra cristales, mecanismos de cierre y cableado integrado para la iluminación interior y las funciones eléctricas. Las bisagras facilitan el movimiento rotacional, sujetándose a la carrocería del vehículo mediante soportes soldados o atornillados. Los componentes internos incluyen rodillos, tirantes de retención y reguladores de ventanillas para asegurar un funcionamiento controlado y un cierre seguro. Las puertas traseras modernas suelen incorporar sensores integrados para sistemas de acceso sin llave y detección de impactos.